¿Es normal tener ansiedad?

El tipo de vida que llevamos en la actualidad, en tiempos de inmediatez, de competencias y en los que premia el multitasking, ¿Cómo no vamos a sentir ansiedad? Lo raro sería no sentirla.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. El problema es que muchas veces normalizamos este estrés y termina convirtiéndose en estrés crónico, afectando a nuestra calidad de vida.

Factores desencadenantes de la ansiedad: Estrés laboral o académico. Problemas económicos. Problemas de relación sentimental. Cambios importantes en la vida. Experiencias traumáticas pasadas. Ésta puede manifestarse de diversas formas y variar de intensidad según la persona y la situación.

¿Cómo se manifiesta la ansiedad?

Algunas de las formas más comunes en las que la ansiedad puede manifestarse son a través de síntomas físicos, cognitivos, emocionales y conductuales. Síntomas físicos de la ansiedad: palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, tensión muscular, dolores de cabeza, molestias estomacales o mareos. Síntomas cognitivos: puede afectar el pensamiento y la percepción de una persona. Pueden experimentar preocupaciones excesivas, pensamientos catastróficos, dificultad para concentrarse, miedo a perder el control o anticipación constante de peligros futuros. Síntomas emocionales de padecer ansiedad: puede desencadenar una amplia gama de emociones, que incluyen miedo, nerviosismo, irritabilidad, inquietud, sensación de estar abrumado, tristeza o sensación de vacío emocional. Síntomas conductuales provocados por un estado de ansiedad: alteraciones en el comportamiento, dificultades para conciliar el sueño, tener cambios en los patrones alimenticios o recurrir a comportamientos de evitación como una forma de lidiar con su malestar.

¿Cómo te puedo ayudar a gestionar la ansiedad?

En el formato que ofrezco como acompañante en procesos terapéuticos contra la ansiedad es usar los tres centros: intelectual, emocional y físico, para detectar cuáles son los detonantes de la sintomatología. De esta manera puedes ser consciente del sentido de la experiencia presente y tomar el aprendizaje que trae la situación. Son muy útiles las técnicas de respiración y visualización, técnicas creativas como la escritura, el dibujo y el collage como formas de rescatar del inconsciente información que no está siendo vista. Es importante distinguir cómo son tus estados internos para poder detectar cuándo estás siendo arrastrada por síntomas que hablan de ti misma y, tal vez, estás pasando por alto.

“El cuerpo grita lo que la mente calla”.